domingo, 6 de mayo de 2012

PREGUNTAS EXAMEN


PREGUNTAS EXAMEN


ELABORADO POR Luisa Fernanda Vélez Zapata

LECTURA

Un contexto para la comunicación pública de la ciencia y la tecnología en Colombia: de las herencias euro céntricas a los modelos para la acción.

* En las últimas décadas en el ámbito iberoamericano se ha desarrollado un campo de investigación denominado Ciencia Tecnología y Sociedad (CTS). En el caso de Colombia, los grupos de investigación en este campo llevan el mismo nombre. De origen anglosajón, los Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología (ESC y T), se ocupan de muchos objetos de estudio, sino similares, cercanos a los de la corriente de los estudios de CTS.
Las relaciones de los avances entre la ciencia y la tecnología, la participación ciudadana, y el diseño y soporte de políticas públicas, han cobrado más importancia y por tanto se refleja en el aumento de estudios de esta naturaleza en el ámbito colombiano. De lo anterior podríamos decir que:

A)   La ciencia, tecnología, la participación ciudadana, el diseño y soporte de políticas públicas, no han sido importantes en el contexto colombiano.
B)   ESC y T es lo mismo que CTS
C)  El desarrollo de trabajos en áreas determinadas como los ESC y T al igual que los estudios sobre CTS, podrían mostrar que son campos que, a priori, son cercanos.
D) Solo a los estudios sobre ESC y T le concierne los problemas sobre participación ciudadana.


*     La denominada Revolución Científica, se dio en un contexto de resurgimiento en las artes y de transformaciones políticas y religiosas. Los trabajos desarrollados durante este periodo, se propagaron gradualmente, primero hacia las élites intelectuales, y, en el tiempo, hacia sectores más amplios de la sociedad. Algunos de los más célebres “hombres de ciencia” son Galileo Galilei e Isaac Newton.
Galileo se acercó más al pueblo publicando en italiano y trabajando de manera experimental para entender la naturaleza, logrando así, pensar por sí mismo, a diferencia de la postura adoptada por Newton.
Para la sociedad de aquella época, se quiere dar a entender que Galileo:

A)    Logró un gran vuelco, dentro del reto incómodo y casi sin precedentes para los poderes religiosos y políticos de la época, al pensar por sí mismo.
B)    Publicó en italiano y no en latín como era costumbre.
C)   Su postura era distinta a las conductas fijadas por El Vaticano.
D)   No asumía el reto de pensar por sí mismo debido a los riesgos que corría.


*   La comunicación pública de la ciencia y la tecnología han dejado de ser solo un campo de prácticas y se han convertido en un campo de investigación en el contexto internacional. Más allá de “educar a las masas”, en aras de alcanzar el desarrollo, se ha planteado la necesidad de una comunicación:

A)    Comunicación de carácter público.
B)    Una comunicación en -y para- la ciencia y la tecnología, en aras de alcanzar el desarrollo.
C)   Crítica de la educación de las masas.
D)   Una comunicación pública y crítica de la ciencia y la tecnología.


* Al basarse en una retroalimentación permanente entre el público y los científicos, el modelo democrático se acerca a la acepción (significado) de la comunicación en términos de poner en común. El modelo democrático entonces, y si se toma en términos más descriptivos que prescriptivos, estaría muy próximo a concluir lo que desde hace décadas plantean los estudios de comunicación y es que:
A)    El modelo democrático se basa en hacer común.
B)    El público no es pasivo.
C)   El modelo debe ser primero prescriptivo que descriptivo.
D)   La retroalimentación permite acercarse y confrontar al público.




lunes, 23 de abril de 2012

NIÑOS MADE IN COLOMBIA


FICHA # 8

ELABORA: LUISA FERNANDA VÉLEZ ZAPATA

AUTOR: SÉPTIMO DÍA – CANAL CARACOL

TÍTULO: NIÑOS MADE IN COLOMBIA

TIPO DE PUBLICACIÓN: REPORTAJE INVESTIGACIÓN

PALABRAS CLAVES: Niños – Adopción – Bienestar familiar – Derechos Familia 


CONTENIDO: 

Serie de reportajes realizados por el programa Séptimo Día del Canal Caracol, bajo la conducción del periodista Manuel Teodoro y su equipo periodístico.

Niños Made in Colombia, recopila las historias de distintas familias colombianas que tienen en común el tema de la adopción. Estos especiales tocan un contenido bastante álgido como las adopciones de menores colombianos entregados por el ICBF -Instituto Colombiano de Bienestar Familiar- a personas de nacionalidad extranjera que desean adoptar niños de otras latitudes.

El asunto no tendría nada de particular si se tiene en cuenta que a diario nacen miles de niños en el mundo, eso sí no todos con las mismas facilidades que les procuran sus padres para llevar una vida digna y cómoda respetando los derechos que deben tener todos los menores al nacer. En un país como el nuestro esto es mucho más complicado teniendo presente los niveles de pobreza y dificultades de distinta índole que padecen las familias colombianas.

El problema llega cuando no son claras las razones por las cuales muchos menores son entregados a familias ajenas a las suyas, sabiendo que por el simple hecho de ser ‘pobre’ el Estado colombiano no puede arrebatar a un pequeño de su seno familiar. Son muchos los interrogantes que quedan al conocer las tristes y dramáticas historias que éste programa -Séptimo Día- se ha encargado de sacar a la palestra pública, como reflejo de lo que se dice sucede al interior de un organismo tan importante como lo es el ICBF.

Padres que por distintas razones han tenido que abandonar a sus hijos, o simplemente se ven obligados a estar alejados de ellos por diferentes causas, tales como adicciones, precarias condiciones económicas para el sostenimiento de un hogar, vivir en ambientes inadecuados para el sano crecimiento de un menor, entre otras tantas excusas o justificaciones para ver como sus pequeños crecen en otros lugares a miles de kilómetros de distancia, con otras personas procurándoles los cuidados y atenciones que los padres deben otorgar a sus hijos.

Haciendo una exhaustiva búsqueda, este programa ha logrado mostrar los altos índices de colombianos adoptados en países tan fríos y alejados y en aparente vida tan perfecta como Holanda y Noruega donde se ubican la mayor parte de nacionales adoptados por ciudadanos de dichos países.

Se estima que en las décadas del 70 y 80 se entregaron cantidades de niños colombianos en adopción, en ese entonces no existía el tratado de La Haya, que Colombia firmó solo en el año de 1996. El auge de las adopciones en esta época es denominado como el gran movimiento social del siglo XX. 

Familias pobres que entregan a sus hijos, pero no siempre esto conlleva a una vida mejor. Es el caso entre muchos otros de Joanna, Marcia, Sandra y más… que recoge Manuel Teodoro en su investigación. Siempre está la pregunta recurrente a sus padres biológicos ¿Por qué me diste en adopción? Y aún una peor que nadie puede responder ¿Será que les hubiera ido mejor en Colombia viviendo con sus padres biológicos?, pregunta que seguramente hasta el final de sus vidas se preguntarán y muy seguramente nunca la respuesta hallarán.

A los colombianos nos definen muchas cosas, el sabor latino, nuestros acentos, la mezcla de etnias que nos hacen a todos tan distintos entre blancos, negros, mulatos, mestizos; y así las diferencias en el color de la piel que atormentan a las personas adoptadas, verse reflejadas en un espejo sin mayores semejanzas a sus familias de turno, para ellos la pregunta que constantemente ronda por sus cabezas es ¿Por qué no soy blanco(a)?, pregunta difícil de responder cuando se esconde una verdad de identidad, la identidad es algo en lo que uno va siempre tras esa búsqueda permanente para definir quiénes somos y a donde vamos.

Anteriormente hablar de adopción era como un tabú, algo de lo cual no se hablaba en la sociedad. Hoy la realidad muestra que es una situación demasiado vigente y que no conoce fronteras. Tanto es que el caso de una joven colombiana adoptada en Noruega, Sandra de 21 años, escucha y canta música en español, reggaetón para ser más exactos; sin saber porque tiene afinidad por ella, será porque dicen que los llamados de la sangre son difíciles de pasar por alto, y algo tan común en medio del trópico se ha convertido en algo universal así sea en una gélida ciudad.

Sandra, se rodeo de malas compañías según sus padres adoptivos y aunque la relación al principio no fue tan traumática, a los 14 años la relación con ellos sufrió graves quiebres que sumado a su padecimiento de síndrome de atención, termino en un reformatorio.

Ella tiene en común con otros jóvenes adoptados, que al momento de llegar a una edad tan complicada como la adolescencia enfrentan graves conflictos con sus padres, lo que los lleva a ser recluidos en hogares de paso, reformatorios para niños rebeldes de 14, 15, 16 años y allí pasan hasta tres años lejos de la casa.

Pero el trasfondo puede ir más lejos sabiendo que muchos de estos padres adoptivos juegan un papel trascendental en un niño que ya viene con muchos vacios y falta de amor por parte de sus padres para sentirse una persona segura y protegida. Es el caso de Joanna y Marcia que fueron dejando de recibir atenciones por parte de sus padres adoptivos hasta convertirse en seres extraños para ellos. A muchos de estos padres no les importaba lo que pasara con los niños al momento de crecer; quizás por esa razón muchos de ellos fueron entregados, porque en la época de las adopciones solo se miraba la cuenta bancaria para entregar a los infantes.

La reflexión debe venir por cuenta de lo que se está haciendo por parte del Estado para cuidar y amparar los derechos de sus niños. Para Diego Molano, director del ICBF, “Es un hecho que existen errores, solidaridad para que estos hechos no vuelvan a suceder. Que se garanticen los derechos de los niños a una familia”. Como lo asegura Molano, el reto del ICBF es garantizar que los niños sean queridos, con la debida intervención del Estado.

Lo paradójico de todo esto es cuando se vislumbra la figura de un personaje odiado y garante de la restitución de los derechos de los menores, como lo es el Defensor de Familia, el mismo que es considerado culpable por parte de las familias. Justamente a estas personas se les culpa dentro de la investigación del  programa de ser responsables de la ‘pérdida’ de sus hijos.

La Representante a la Cámara Ángela Robledo, consultada por Séptimo Día, apunta a que “Éticamente ¿qué significa que un país deje a sus niños en manos de otros? Quizás procurarles la seguridad y dignidad que en su país de origen les son esquivos. 

Una característica que identifica a los ‘adoptados’ es la capacidad de salir adelante; a pesar de no hablar español se sienten colombianos, tienen sangre colombiana. Seguramente por salir adelante, Gustavo Madrid, un colombiano adoptado en Holanda, se ha ideado la manera de ayudar a personas que igual que él desean indagar acerca de sus orígenes y conocer a su familia biológica, por eso el uso de nuevas tecnologías se ha convertido en un aporte valiosísimo, específicamente a través de la red social Facebook, como Buscador de Padres.

Lastimosamente para Gustavo aún no ha encontrado a su familia, después de ser testigo de abrazos y reconciliaciones ajenas. Quedan muchas más historias por contar y lo peor muchas más verdades por conocer y justificaciones que dar, al igual que reencuentros que presenciar.


COMENTARIO:

La realidad de nuestro país muestra que son los niños quienes llevan la peor parte de un conflicto de generaciones anteriores que ha socavado con la tranquilidad de la vida familiar.

Embarazos adolescentes, desplazamiento forzado, desempleo, adicciones, falta de amor; son algunas de las razones que han llevado a muchos padres a vivir alejados de sus hijos.

No se trata de juzgar a un lado u otro de la realidad que nos presenta Séptimo Día, se trata de encontrar la verdad y los mecanismos necesarios desde una postura suficientemente crítica y responsable para saber qué hacer y así evitar historias como las vistas.

Se debe avanzar cada vez más en la protección a los derechos de los niños sin reparo alguno, procurando al máximo no sacarlos de su entorno familiar y llevar hasta las últimas consecuencias los casos de abusos a los menores. La familia debe ser ese lugar privilegiado para la realización personal junto con los seres amados, llámense padre, madre, hermanos y demás. 

La trillada frase de que la familia es la célula fundamental de la sociedad, cuna de la vida y del amor en la que el hombre nace y crece; debe ser una realidad por encima de todo.

El tema de la adopción, tan espinoso, está lleno de contrastes. Por un lado se pretende darle un hogar y unas oportunidades a un niño carente de ello. Después aparece el lado menos amable y es saber a quién o quienes se les entrega un niño, debido a que no estamos hablando de una mercancía u objeto de moda, se está hablando de un ser humano que merece todos los cuidados y atenciones necesarias para crecer saludable y dignamente.

Loable también la obra de amor que realizan esas personas desinteresadas y de buen corazón que deciden adoptar; es la muestra perfecta de reciprocidad cuando la vida a uno le ha ofrecido tanto, pero que a su vez, a otros les ha arrebatado tantas cosas. Es acompañamiento, amor, entrega, cuidados, realización.

Sea cual sea el motivo porque un padre se aleje de su hijo, es necesario dejar en claro que todos merecemos una segunda oportunidad, todos cometemos errores, pero lo importante siempre es corregirlos. Nunca es tarde para que un hijo se acerque a su padre o viceversa, a nadie le pueden negar el derecho a tener una identidad y por consecuente encajar perfectamente en lo que denominamos como familia.












lunes, 16 de abril de 2012

"SEGUIRÉ HASTA EL FIN. MATO O CAIGO"


FICHA # 7

ELABORA: LUISA FERNANDA VÉLEZ ZAPATA

AUTOR: Diario El País de España – Pablo de Llano 

TÍTULO: "Seguiré hasta el fin. Mato o caigo"

DATOS EDITORIALES: Publicado por el Diario El País de España en su edición del 8 de abril de 2012

TIPO DE PUBLICACIÓN: Reportaje

UBICACIÓN: Disponible en
http://internacional.elpais.com/internacional/2012/04/04/actualidad/1333550793_104937.html

PALABRAS CLAVES: Sicarios – Medellín – Violencia – Pobreza – Comunas – Bandas – Combos – Pobreza – Trabajo – Vida


CONTENIDO:

Viaje por el mundo de los sicarios de Medellín, jóvenes de vida breve y gatillo fácil. Para los pistoleros del siglo XXI asesinar es un acto sin importancia en una existencia vacía.
 
“En Medellín, la oferta de asesinos excede la demanda de víctimas. Tanto, que los chicos más jóvenes llegan a matar gratis para intentar hacerse un hueco en el saturado mercado del crimen”.

Reportaje publicado en un importante diario español que muestra una situación cada vez más dura y difícil a la cual se ven enfrentados los jóvenes de la ciudad de Medellín, que ante las escasas oportunidades laborales y de progreso se ven envueltos en una paradoja de vida que los lleva hasta el sicariato como una opción para sobrevivir. 

“En Medellín hay más de 5.000 sicarios distribuidos en unas 300 bandas por toda la ciudad. Y, sin embargo, el número de asesinatos no llega ni a la mitad que a principios de los noventa, en la época del capo Pablo Escobar, cuando había más de 4.000 muertos anuales. En 2011 hubo 1.648, casi 400 menos que en 2010. Aunque el índice de homicidios sigue siendo uno de los más altos de las ciudades grandes de Latinoamérica, la cifra se ha estabilizado en la última década en torno a los 2.000 muertos anuales”.

La realidad colombiana no puede estar sustentada solamente en artículos internacionales que dicen mostrar una verdad que si bien tiene mucho de certera no es exactamente fiel  al contexto que se vive hoy en una ciudad como Medellín.


COMENTARIO:

Para empezar habría que tener claridad con las cifras de bandas, combos u ‘organizaciones’ por así decirlo dedicadas al crimen organizado y además confrontarlas con cifras de instituciones acreditadas como es el caso de Medicina Legal que puede ser una fuente lo suficientemente válida como para mostrar la real dimensión de los asesinatos en la ciudad, y conocer de este modo si esto sí logra esbozar una idea clara que permita afirmar que existe tal cantidad de jóvenes en edades tan tempranas que los convierte en asesinos a sueldo en la capital de Antioquia.

Es alarmante y vergonzoso ver cifras tan irrisorias como las que asegura el reportaje citando a los jóvenes sicarios de la ciudad afirmando que se acaban vidas por tan solo $5.000, que no sirven sino para un escaso artículo comestible que supla en algo la precaria alimentación del día a día.

Pero no se puede esperar un panorama más amigable en un país cada vez más desigual y pobre, donde los niveles de pobreza e indigencia crecen disparados al igual que el tema del desempleo. Como se ha asegurado desde hace un tiempo los ricos cada vez son más ricos y los pobres cada vez son más pobres.

Jóvenes carentes de amor que viven en medio del abandono absoluto, marginados desde que nacen, sin oportunidades de educarse y construirse un futuro a base de la consecución de un trabajo digno que les procure beneficios sustentables más allá de la parte económica que al final es el principal motor para orillarlos a hacer lo que hacen. 

A diferencia de los sicarios a sueldo de hace unos años, estos están dedicados a vivir el día a día sin más preocupaciones que el hacerse de algo que les permita vivir solo el hoy sin pensar en el mañana; el mañana es una utopía, puede llegar o simplemente no llegar tras el eco ensordecedor de un gatillo apretado. Los de antes querían procurarse un mañana, aunque sin desconocer que el mañana siempre se conjuga con el futuro y ese es precisamente el tiempo que es tan difícil conseguir.

Hoy solo la preocupación radica en conseguir dinero para comer o vestirse, algo que no suena descabellado si se tiene en cuenta que se está hablando de niños madurados a la fuerza, jóvenes de escasos 14, 15, 16 años en busca de vivir el presente y disfrutar de los placeres que esta etapa de la vida asegura dar, solo que para muchos ese beneficio no ha sido concedido, el beneficio de disfrutar de una familia, de tener un techo y comida suficientes, de hacerse a un nombre y una respetabilidad dentro de la sociedad, a crecer libre y felizmente; a muchos simplemente ese deseo no se les dio.

Quizás los recientes escándalos de corrupción en varias instituciones pertenecientes al Estado colombiano hacen que conocer la real situación de esta problemática diste mucho de la realidad y por tanto se pierda la credibilidad para contrastar la información que muestran los medios de comunicación; pero es la triste situación que se vivencia diariamente en las ciudades de Colombia, no solo en Medellín, ciudad estigmatizada por la violencia del narcotráfico y de una guerra sin cuartel que lucha y seguirá luchando por mostrar la cara amable pocas veces contada en los diarios de todo el mundo.

Las preguntas quedan para los dirigentes de la ciudad en niveles que van desde lo civil, militar, religioso, cultural y un importante componente histórico que aún sigue pesando mucho; es preguntarse qué se va a hacer para que más jóvenes no sigan en la telaraña de las drogas y en situaciones sumamente nocivas como el sicariato y por ende su participación en las llamadas bandas delincuenciales.

Se necesitan acciones concretas para frenar la desigualdad, la pobreza, la baja calidad de vida, las oportunidades para personas víctimas de la violencia, desplazados y en fin todas las personas en situación de vulnerabilidad que son presa fácil de los delincuentes que se aprovechan de sus escasas opciones de vida digna para convertirlos en idiotas útiles de una guerra que parece no tener fin.