lunes, 16 de abril de 2012

ÁGORA

FICHA # 6

ELABORA: LUISA FERNANDA VÉLEZ ZAPATA

AUTOR: ALEJANDRO AMENÁBAR

TÍTULO: ÁGORA
TIPO DE PUBLICACIÓN: Película

PALABRAS CLAVES: Imperio Romano – Alejandría - Egipto – Biblioteca – Universo – Cristianismo


CONTENIDO:

Siglo IV. Egipto bajo el Imperio Romano. Las violentas revueltas religiosas en las calles de Alejandría alcanzan a su legendaria Biblioteca. Atrapada tras sus muros, la brillante astrónoma Hipatia lucha por salvar la sabiduría del Mundo Antiguo con la ayuda de sus discípulos. Entre ellos, los dos hombres que se disputan su corazón: Orestes y el joven esclavo Davo, que se debate entre el amor que le profesa en secreto y la libertad que podría alcanzar uniéndose al imparable ascenso de los cristianos.



COMENTARIO:

Esta película del director español Alejandro Amenábar, es una muestra de lo que la historia cuenta sucedió en épocas del Imperio Romano cuando Egipto era una provincia de éste en el siglo IV. En medio de la confusión, crisis, violencia y transformaciones que acontecían en aquellos años, Alejandría era el gran bastión a cuidar como referente de la cultura de un pueblo. 

La confusión y violencia que se vivía por entonces logró alcanzar a una institución sumamente importante y legendaria como la biblioteca de Alejandría. Y no es descabellado entender la razón para proteger y preservar todo lo que allí había. Era el legado de un pueblo, eran creencias, testimonios de una cultura, estudios del universo que apenas comenzaba a vislumbrarse y por tanto a entenderse, era la sabiduría antigua arrumada en estantes.

Pero más allá, Ágora es el reflejo perfecto de la búsqueda permanente por tratar de entender al mundo rayando casi en la obsesión como fue el caso de Hipatia, una mujer adelantada para su época porque se atrevió a hacer cosas completamente distintas a las pensadas o concebidas para las mujeres de ese entonces. 

Aunque más bien no se trata de llamar a Hipatia como mujer adelantada, sino una mujer que supo desarrollar y explotar sus capacidades intelectuales para enseñarlas a los demás y más aun para descubrir y encontrar razones lo suficientemente válidas que explicaran aspectos fundamentales dentro del mágico universo.

Hipatia, encarnada en una mujer aguerrida, estudiosa, sabia, luchadora incansable de sus ideas y también de la preservación de ese rico mundo antiguo representado en la figura de un lugar casi que sagrado y testigo mudo de los avances hasta entonces descubiertos por la humanidad. Su figura es simbolizada en la de una filósofa y atea, pero más que eso, es un ser analítico, que busca explicaciones, imparte conocimientos, predice y actúa sobre lo que ve como testimonio de lo irrefutable; en síntesis es la idea que desde el mundo antiguo se empieza a esbozar de la ciencia.

La ciencia ha sido y será la explicación prefecta a entender y darle un sentido a todo lo que nos rodea y que siempre nos deja con interrogantes del cómo y del por qué de las cosas. La ciencia es más que producto y actividad, es sabiduría. Con esta película se empieza a vislumbrar uno de los grandes conflictos en la vida del hombre, y es el poder discernir entre religión y ciencia, dos conceptos que aunque en apariencia distan mucho son el reflejo de ese gran enigma que siempre se ha querido resolver, ¿existe un Dios creador de todo en el universo?, ¿se puede creer sin ver?

La historia de Ágora, hace un recorrido por un período de la historia turbulento lleno de zozobra y donde la mal entendida presencia de ‘Dios’ como escudo para defender y justificar actos y obras de barbarie que le hicieron y le siguen haciendo mucho mal a la humanidad. Es también apartes de reflexión a una religión que en nombre de su ‘Dios’ ha juzgado y condenado a centenares de vidas muchas inocentes y ajenas a luchas sin sentido y que carecen paradójicamente de la tan proclamada misericordia.  

La cinta también es la demostración de cómo se defiende hasta con su propia vida -como en el caso de Hipatia- las ideas y convicciones que se tienen, es mostrar carácter y determinación para defender lo que muchos aún carecen como lo es de palabra y valor sin importar si se lleva falda o pantalón. Hoy seria la lucha entre estar a la orilla más conveniente, según los intereses del momento y el oportunista de turno que le pone precio a las palabras.

La historia ha mostrado todos los tropiezos que hombres y mujeres han tenido que sortear con miles de inconvenientes para dejar un aporte vivo a la humanidad. Pero es más que ganas de dejar una figuración, es anteponer unos argumentos lo suficientemente sólidos como para morir con ellos en la tan anhelada libertad que se les ha dado a todos los seres humanos de expresarse libremente y de algún modo también contribuir al bien de ésta. Ejemplos son muchos como los de Galileo Galilei y tantos otros perseguidos y acusados injustamente solo por el hecho de pensar distinto y no valerse de ningún ‘Dios’ para proclamar la verdad ante la cual el hombre debería vivir.

La libertad se busca desde el construir un criterio propio que defienda los pensamientos y acciones de cada ser; la libertad no se  consigue uniéndose a sectas, religiones, credos o simples proclamas de felicidad eternas amparadas en la desgastada imagen de un ser superior. Libertad es la que se necesita para contribuir con el conocimiento desde las hipótesis planteadas y no desde los dogmas, sino desde los saberes que muy seguramente si fueron aportados por un ser superior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario